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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Bache-Gabrielsen 1999
Bache-Gabrielsen
La casa de coñac Bache-Gabrielsen se remonta a 1905. Fue fundada por Thomas Bache-Gabrielsen, un joven noruego nacido en Holmestrand en 1883 de padres Kamilla Bache y Alexander Gabrielsen, comerciantes especializados en la venta de bebidas espirituosas.
Al salir de la escuela militar con 20 años, Thomas es enviado por su padre a Cognac para desarrollar el negocio familiar. El joven aventurero se enamora rápidamente, de Cognac por supuesto, pero también de Odette Villard, una joven charentais hija de viticultores; decide entonces instalarse en la región. La experiencia que debía durar unos meses acabó durando toda la vida.
Thomas y su amigo noruego Peter Anton Rustad compraron entonces conjuntamente la Maison de Cognac A. Edmond Dupuy y la rebautizaron Bache-Gabrielsen. Pronto, gracias a sus conexiones escandinavas, su negocio de exportación de coñac fue bien con Noruega (la marca es ahora líder en este mercado) y Dinamarca, luego en continuidad con Estados Unidos.
A través de una larga historia familiar, las sucesivas generaciones adaptarían, modernizarían y perpetuarían los fundamentos de esta Casa. Hoy, Hervé Bache-Gabrielsen, la cuarta generación al frente de la empresa, es muy consciente de que el mundo del coñac está cambiando, con un mercado internacional fuertemente desarrollado, una clientela más joven, diferentes patrones de consumo y estrategias de marketing en constante evolución.
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Descripción Bache-Gabrielsen 1999
Debido especialmente a las condiciones climáticas, en 1999 la producción de Cognac fue una de las más reducidas del siglo XX, y por tanto una de las más Raras. Estas circunstancias, unidas a los 23 años de envejecimiento en barricas de roble Limousin, hacen de este Cognac de la Maison Bache-Gabrielsen una auténtica pepita.
Procedente de uvas procedentes exclusivamente del prestigioso terruño Grande Champagne, Premier Cru de Cognac, este single-cask (de una sola barrica) es una edición limitada, sin refinar ni filtrar, de 46,9° de alcohol.
La robe ostenta un hermoso color ámbar con reflejos anaranjados. La nariz es muy intensa y potente, evocando un barco que regresa a puerto con el vientre lleno de especias indias, cardamomo y clavo. Una pequeña nota granulada de cacao en polvo le da profundidad. Unos sutiles toques empireumáticos de humo, café muy tostado y tabaco rubio completan el conjunto.
En boca, la textura es redonda y suave. Vuelve el eXOtismo con predominio de aromas a chocolate y pan de jengibre, y una encantadora nota de café. En el fondo, un sabor afrutado de mango maduro y piel de cítricos se expresa con delicadeza. El final es exquisitamente indulgente, largo y especiado, con su toque de anís, clavo y cacao.