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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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Es imposible pasar por alto el color amarillo del Château Lafon-Rochet, que linda con la denominación Saint-Estèphe. Este viñedo vio la luz por primera vez en el siglo XVII, y fue Etienne de Lafon, consejero del Parlamento de Burdeos, quien le dio su nombre.
De hecho, lo recibió por matrimonio con Antoinette de Guillemotes, entonces propietaria del Domaine de Rochet. La familia Lafon conservó Lafon-Rochet durante más de dos siglos, incluso después de la Revolución Francesa.
El Château Lafon-Rochet fue nombrado Cuarto Grand Cru Classé en 1855 durante la famosa clasificación de los vinos de Burdeos para la Exposición Universal de París.
Perteneció a la familia Tesseron durante 60 años, siendo Basile Tersseron la tercera y última generación. A finales de 2021, el Domaine pasará a manos de Jacky Lorenzetti, fundador del grupo Foncia.
El viñedo, situado sobre suelos profundos y secos de grava y arcilla, abarca actualmente 39 hectáreas de viñedo, plantadas con un 57% de Cabernet Sauvignon, un 36% de Merlot, un 4% de Petit Verdot y un 3% de Cabernet franc. Los vinos envejecen durante 15 meses en barricas de roble, el 45% de las cuales son nuevas.
La propiedad produce un segundo vino, Les Pèlerins de Lafon-Rochet.
Los vinos de Château Lafon-Rochet son un referente de los Grands Vins de Saint-Estèphe, sedosos, amplios y de elegante construcción.
Envejecimiento: 12 meses mínimo en barrica
Superficie: 42 hectáreas
Edad media de las viñas 38 años
Esta añada comienza con un ciclo de la vid más temprano, con brotación a partir del 11 de abril.
La floración tuvo lugar durante las dos últimas semanas de mayo en condiciones climáticas suaves.
A continuación, en junio y julio, más calurosos y húmedos de lo normal para la estación, se produjo un cuajado más complejo y un aumento del tamaño de las bayas.
Con unas condiciones meteorológicas primaverales más cálidas e igual de húmedas que en el pasado, esta añada coincide plenamente con las influidas por el calentamiento global.
Un reto aún más complejo para un viñedo en su último año de conversión ecológica.
Con unas condiciones climáticas primaverales más cálidas e igual de húmedas que en el pasado, ésta es una añada totalmente en línea con las influidas por el calentamiento global.
Un reto aún más complejo para un viñedo en su último año de conversión ecológica.
la añada 2023 fue generosa en volumen, pero sobre todo se benefició de unas excelentes condiciones de maduración.
Las primeras catas revelan un Merlot fresco y afrutado con un delicioso equilibrio.
Los Cabernets son potentes, ricos y elegantemente tánicos.
