
Francois Voyer Extra
- Botella de 0,70 L con estuche
Obras maestras de vino y licores en su puerta
Hoy en día, la Maison François Voyer se beneficia de la propiedad familiar de Pierre Vaudon, que abarca 70 hectáreas, incluidas 8 hectáreas de viñedos 1er cru Grande Champagne alrededor de Saint-Même-les-Carrières. Seguir leyendo
En la comuna de Verrières, en Grande Champagne, 1er Cru de Cognac, la Maison François Voyer cultiva la vid y destila aguardientes desde hace más de 200 años.
Hoy, bajo la dirección de Pierre Vaudon, maestro bodeguero y enólogo de renombre, la casa perpetúa un saber hacer transmitido a lo largo de cinco generaciones.
A lo largo de las décadas, la Maison François Voyer se ha distinguido por su inquebrantable compromiso con la calidad. Ya a finales del siglo XIX, Paul André, uno de los viticultores de Rares que destiló su propia producción, dejó un precioso legado, que incluye aguardientes que han recibido prestigiosas distinciones. Entre ellas, una medalla de oro para un aguardiente de más de 50 años en el concurso de aguardientes de Segonzac, capital de la Grande Champagne.
Los años 60 marcan un punto de inflexión con Guy Chauchet, ferviente defensor del envejecimiento de los aguardientes, que enriquece las existencias de la casa. Es también la época de los primeros embotellados de éxito. La renovación de la gama en los años 90 aumentó el interés de los entendidos por este terruño excepcional.
En la actualidad, la Maison François Voyer trabaja con numerosos viticultores de la Grande Champagne para perpetuar la tradición y la excelencia de sus coñacs. Los aguardientes son cuidadosamente mezclados por Pierre Vaudon. Distribuidos en más de 30 países de todo el mundo, los coñacs François Voyer también se han ganado un lugar en los menús de los mejores restaurantes. Las medallas obtenidas en prestigiosos concursos internacionales dan fe de la reputación de los aguardientes de la casa.
Pierre Vaudon se hizo cargo de la marca en 2017. Sigue manteniendo viva la herencia familiar, preservando los valores de trabajo duro y perfeccionismo transmitidos por sus antepasados. La casa se mantiene fiel a su visión: ofrecer coñacs de Grande Champagne cada vez más ambiciosos desde el punto de vista aromático, para acompañar los mejores momentos de sus consumidores y ganarse su fidelidad, respetando al mismo tiempo las generaciones que construyeron este patrimonio excepcional.