Bordeaux Primeurs 2023 : ¿Cómo funciona?

Las añadas van y vienen, pero nunca son iguales. Así lo ha demostrado una vez más el terruño bordelés. Tras una añada 2022 bastante soleada y homogénea, es una añada 2023 más contrastada la que vemos hoy.

La historia comienza con un invierno tardío con poco sol y temperaturas cercanas a las estacionales, lo que provocó una brotación tardía. La primavera siguiente fue testigo de una sucesión de episodios suaves y frescos, que provocaron un desarrollo desigual de las vides. Fue también en esta época cuando empezó a aparecer el mildiu. Más o menos virulento según los lugares, es la causa de los rendimientos desiguales. El mes de mayo fue cálido, seco y soleado, lo que permitió a las uvas florecer rápida y uniformemente, sin coulure ni millerandage. Después llegó el verano, el periodo más complicado de gestionar. Las elevadas precipitaciones limitaron mucho el estrés hídrico necesario para el buen funcionamiento de las vides. Las bayas obtenidas durante el cuajado fueron relativamente grandes y numerosas. El envero empezó tarde, debido a la falta de sol, y duró casi un mes, debido a un crecimiento vegetativo que seguía siendo fuerte como consecuencia de la ausencia de estrés hídrico. La segunda quincena de agosto, bastante calurosa, permitió por fin que se pusiera en marcha la maduración, que se desarrolló entonces con eficacia.

Las uvas blancas se vendimiarán relativamente pronto para conservar su frescura. Las condiciones meteorológicas y el estrés hídrico tardío nos habrán permitido cosechar bayas muy aromáticas y con buena acidez, requisitos esenciales para elaborar grandes vinos blancos.

En cuanto a los tintos, las tendencias son más divergentes. En general, la cosecha de Merlot comenzó a principios de septiembre. Son afrutados sin ser empalagosos, con cuerpo y reflejan a la perfección el terruño en el que están plantados. Los Cabernet Francs son delicados y alcanzan un buen nivel de madurez. En cuanto al Cabernet Sauvignon, este año hay dos corrientes de opinión. Los que vendimiaron antes del 20 de septiembre, cuando se preveían fuertes tormentas, y los que vendimiaron después. Las uvas que pudieron alcanzar su plena madurez gracias a los buenos días que siguieron a las tormentas, que fueron menos abundantes de lo previsto, son estructuradas, afrutadas sin aroma vegetal, picantes y poseen taninos finos.

En cuanto a Sauternes, las condiciones meteorológicas en 2023 fueron mucho más favorables que en 2022. Botritys Cinerea, el hongo responsable de la podredumbre noble, se instaló mucho más rápidamente en las uvas maduras y sanas, lo que dio lugar a una magnífica concentración de azúcares. Los mostos resultantes son ricos en azúcar, pero aún pudieron conservar una buena acidez gracias a la vendimia temprana.

Aunque la añada fue complicada en su desarrollo, en la cata parece haber sido un gran éxito. Excepcional para los blancos y los vinos dulces, deja más espacio para que el terruño se exprese en los tintos. En un estilo más bien moderno, expresa frescura y fruta con unos niveles de alcohol que siguen siendo razonables en comparación con los últimos años.