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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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¿Qué Château más reconocible de la denominación Saint-Estèphe que Cos d'Estournel, con su estilo oriental y sus pagodas? Un vino excepcional con identidad propia, y nada que envidiar a nadie. En 1811, Louis Gaspard d'Estournel adquirió varias hectáreas de viñedos no lejos de un lugar llamado Cos, o "colina de guijarros".
¿Qué otro Château más reconocible en la denominación Saint-Estèphe que Cos d'Estournel con su estilo oriental y sus pagodas? Un vino excepcional con identidad propia y que no tiene nada que envidiar a nadie. En 1811, Louis Gaspard d'Estournel adquirió varias hectáreas de viñedos no lejos del lugar llamado Cos, o "colina de piedras". Pronto viajó por todo el mundo para promocionar sus vinos, incluso hasta las Indias Orientales, donde eran muy apreciados por los maharajás. Una reputación que le valió el apodo de "Maharajá de Saint-Estèphe". Después, las obras del Château comenzarán a partir de 1830, ofreciendo la famosa arquitectura inspirada en Extremo Oriente, con las pagodas y las estatuas de elefantes.
Su reputación le valdrá el título de Second Grand Cru Classé en la famosa clasificación de 1855 para la Exposición Universal de París. Propiedad desde el año 2000 del empresario Michel Reybier, en él se han llevado a cabo numerosas renovaciones técnicas para aspirar siempre a una mayor excelencia y precisión.
Hoy en día, el viñedo cubre una superficie de 100 hectáreas de viñas,... Ver más ...
Este es el Segundo vino de Château Cos d'Estournel, Saint-Estèphe, segundo Grand Cru Classé tras la prestigiosa lista de 1855, otorgada a Napoleón III.
2014, un año de buenas condiciones climáticas, propicio al nacimiento de un vino de excelencias. La robe es de color púrpura intenso con finos reflejos de jade negro.
En boca como en nariz: bellas presencias de pequeños frutos negros como la cereza de Itxassou en el país vasco navarro, crema de mora, grosella negra elegantemente entremezclados con toques de tabaco rubio de Virginia y flores blancas.
Final muy largo y encantador con un magnífico toque de mineralidad.
Es un vino para guardar durante los próximos 10 años, con catas sucesivas a partir de ahora para vigilar su apogeo cualitativo.
Los vinos se guardarán botellas tumbadas en la bodega, protegidos de la luz y el ruido, con un grado higrométrico óptimo en torno al 70%
Se decantará unas horas antes de su degustación a temperatura ambiente para dar tiempo al vino a expresar la rica gama de sus matices.
