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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Frapin 1995
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Frapin
Instalada en el suroeste de Francia desde 1270, la familia Frapin es viticultora y después destiladora desde hace más de veinte generaciones, y posee un viñedo de 240 hectáreas en la Grande Champagne.
Es la Grande Champagne, clasificada como Premier Cru en la región de Cognac, la que se convertirá en la tierra elegida por esta familia instalada en el Château de Fontpinot.
En su árbol genealógico, la familia Frapin incluye al célebre escritor del siglo XVI Antoine Rabelais. En un guiño a la historia, el logotipo de la Maison Frapin luce la pluma dorada del escritor.
Los vinos se destilan con las lías en Frapin. Tras la tradicional doble destilación conocida como "Charentaise", las eaux de vie recién destiladas se alojan una cuarta parte en barricas nuevas y el resto en barricas rojas o más viejas.
La casa Frapin produce una amplia gama de coñacs, los más antiguos de los cuales datan de 1888.
Descripción Frapin 1995
El Château Fontpinot está situado en Les Gabloteaux, en la comuna de Juillac-le-Coq, en el primer terruño de Cognac, la Grande Champagne. Su suelo calcáreo y su clima marítimo crean un entorno propicio para la producción de uvas de gran calidad. Este Château Fontpinot de la Maison Frapin es un añejo de 25 años elaborado exclusivamente con uvas Ugni Blanc de la cosecha de 1995, en unas condiciones climáticas memorables. Las uvas, recogidas a mano, eran sanas, abundantes y carnosas, produciendo vinos con un equilibrio ideal entre vivacidad y alcohol. La destilación se realizó con lías (una constante en Frapin), después las eaux de vie se alojaron en barricas de roble Limousin, de las cuales un 25% eran nuevas, y envejecieron en bodegas húmedas para limitar la evaporación y atemperar su ardor en favor de las notas gourmet.
La túnica de este coñac es chispeante con reflejos anaranjados. La nariz revela en primer lugar aromas cítricos, cáscara de naranja sanguina y mandarina chispeante. Le siguen notas suaves de canela, hojas de melocotón y pan de jengibre, matizadas por la vainilla y la madera. En boca es redondo y delicado, con sabores de fruta de huerto madura, vainilla, nuez moscada, albaricoque y miel. La nota final está marcada por el rancio que perdura con sorprendente frescura.
La combinación de este Château Fontpinot 1995 Frapin con un cremoso queso Roquefort, avellanas tostadas y compota de albaricoque le abrirá las puertas del Paraíso gastronómico... pero una simple tarta de frambuesa también le proporcionará maravillas.