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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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La casa Louis Roederer es uno de los nombres en boca de todos cuando se habla de las grandes casas de Champagne, siendo todavía una de las Rare que sigue siendo propiedad familiar desde hace ya más de dos siglos.
Reinando sobre un viñedo de 240 hectáreas clasificado como Premiers Crus y Grands Crus, la casa Louis Roederer nunca ha dejado de ofrecer generosos Champagne que engalanan cualquier ocasión.
Fue en 1833 cuando Louis Roederer heredó la casa de su tío: la casa Champagne Dubois Père et Fils de Reims, que había fundado en 1776. A partir de entonces, optó por dar la vuelta a los usos y costumbres de la región y se mostró dispuesto a controlar todas las etapas de la fabricación de su Champagne. En aquella época, la comercialización era asunto de los comerciantes de vino, mientras que los viñedos pertenecían enteramente a los viticultores. Así, en 1845, el Louis Roederer compró unas quince hectáreas de viñas clasificadas como Grand Cru y adquirió el estatuto de viticultor-negociante para conciliar los dos oficios.
En 1876, Louis Roederer II, que sucedió a su padre tras su muerte en 1870, creó una cuvée especial para el consumo exclusivo de los zares de Rusia, la famosa Cuvée Cristal, a petición del zar... Ver más ...
Cristal Vinothèque Rosé 2002 pone de relieve la excepcional historia de unas pocas botellas que se han conservado cuidadosamente durante 20 años en las bodegas de Louis Roederer.
Después de casi 11 años de crianza sobre láminas, seguidos de 5 años sobre puntas, esta cuvée se benefició a continuación de un reposo de 4 años tras el degüelle. Una paciencia bien merecida para alcanzar el equilibrio perfecto.
La cosecha 2002 procede, a partes iguales, de los viñedos de "la Rivière", y de "la Côte".
El Champagne refleja un hermoso color pétalo de rosa, ligeramente cobrizo y brillante. La burbuja es regular y ultrafina. El bouquet es un chorro de frescura. Una sorprendente impresión de brisa marina transmite aromas delicadamente concentrados de frutos rojos acidulados y cítricos.
Después de unos instantes, se revela toda la complejidad de los grandes Pinot Noir de Ay: pétalo, peonía, haba de cacao, licor concentrado de frutos rojos (frambuesa), ahumados, pan de especias, praliné y cedro... acompañados de algunos aromas de sotobosque. En boca es dinámico, concentrado y fresco.
Siempre esta frescura dominante, pero esta vez aportada por la fruta roja (granada ácida). Luego aparecen la sustancia y la efervescencia, táctiles, delicadamente sedosas y hechizantes, liberando poco a poco el sabroso allonge típico de Cristal Rosé. Es una verdadera sensación de gourmandise completa y de gran vitalidad apoyada por un final dulce/salado.
Un vino gourmet, este Cristal Rosé 2002 Vinothèque se beneficia de ser decantado unos minutos antes de la degustación para optimizar la experiencia gustativa. Combinará perfectamente con una codorniz rellena con salsa de arándanos.
