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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Château Lafite-Rothschild 2017
1er Grand Cru Classé en 1855.
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Château Lafite-Rothschild
Es imposible hablar de los grandes vinos del Médoc sin mencionar Château Lafite-Rothschild. Un Domaine cargado de historia, cuya reputación y prestigio sólo son equiparables a los legendarios vinos que nacen en él.
Antiguo señorío medieval, fue bajo Jacques de Ségur, de una familia de parlamentarios bordeleses, cuando se plantaron las primeras vides en los años 1670. Poco a poco, el vino fue adquiriendo una excelente reputación gracias a los avances técnicos, tanto en la corte real de Versalles como al otro lado del Canal de la Mancha, con la expansión del comercio con Inglaterra. Así, en 1787, Thomas Jefferson, embajador estadounidense en Francia en aquella época, lo elogió en sus notas de viaje.
El Château Lafite fue ascendido al rango de Ier Grand Cru Classé en 1855 con motivo de la Exposición Universal de París, distinción que comparte con el Château Latour, el Château Haut-Brion y el Château Margaux, así como con el Château Mouton Rothschild desde 1973.
El posterior auge de Château Lafite debe mucho a la familia Rothschild, ya que el Barón James de Rothschild adquirió la propiedad en 1868 y le dio su nombre a partir de esa fecha. Cuando el Barón Eric tomó las riendas en 1974, todo se puso en marcha progresivamente con el objetivo de modernizar y mejorar el rendimiento, para revelar el... Ver más ...
Notas de los críticos profesionales Château Lafite-Rothschild 2017.
Descripción Château Lafite-Rothschild 2017
Llegado ante nuestros ojos engalanado con un suntuoso color rojo granate con reflejos violáceos, la primera nariz del vino combina finura y elegancia. Frutas negras como la mora y la cereza se mezclan con gracia con notas de cedro, muy características de Lafite. Los aromas tostados se despliegan armoniosamente, subrayados por notas de tabaco. En boca, el vino muestra una gran potencia. Una tensión pura que nos acompaña a lo largo de toda la degustación se apoya en unos taninos picantes pero fermentativos que necesitarán algunos años para desarrollar una pátina. El final es muy persistente con aromas frutales. No hay duda de que este gran vino lo será aún más en los próximos años.