2020, gran elegancia y taninos sedosos, uno de los grandes éxitos de la última década.
Condiciones climáticas
Gracias a un invierno especialmente suave y a una primavera temprana con temperaturas muy por encima de lo normal, las viñas brotaron unos diez días antes que la media plurianual. Afortunadamente, el paso de un frente de nieve a finales de marzo no afectó a los viñedos.
La primavera continuó con temperaturas superiores a las normales, salpicadas de abundantes precipitaciones, sobre todo a principios de mayo. El retorno de condiciones cálidas, secas y anticiclónicas a mediados de mayo aceleró notablemente el ciclo vegetativo, sobre todo en la floración, que se adelantó 12 días respecto a su ciclo habitual.
Un mes de junio más contrastado dio paso a un principio de verano marcado por las olas de calor y la sequía, especialmente notables en julio. En agosto, en cambio, se produjeron algunos episodios de lluvia que activaron el envero y contribuyeron a homogeneizar el desarrollo de las bayas.
En vísperas de la vendimia, las uvas se encontraban en perfecto estado sanitario. Favorecida por unas condiciones anticiclónicas excepcionales y una subida de las temperaturas que adelanta la maduración de todas las variedades de uva, la vendimia de 2020 es históricamente precoz.
En el Château Clerc Milon, la vendimia tuvo lugar del 9 al 28 de septiembre en condiciones climáticas ideales. La perfecta calidad de las bayas permitió elaborar vinos equilibrados, caracterizados por una boca carnosa, taninos potentes pero fundidos y una gran frescura en el paladar.
A falta de volúmenes generosos, la calidad de los vinos nos permite proyectar la añada 2020 entre los grandes éxitos de la última década.
NOTAS DE CATA
La robe es un rojo cereza intenso con reflejos granates.
Aterciopelado y sedoso, el ataque revela una sensación táctil que combina profundidad, densidad y gran elegancia. El paladar medio es rico y suave, revelando aromas de grosella negra y arándanos, subrayados por una hermosa frescura en un marco de taninos refinados y recubiertos.
El armonioso final se distingue por sus persistentes notas afrutadas y minerales.
