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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Un coñac muy raro y muy antiguo de la casa Rémi Landier.
Embalaje seguro y seguro de transporte
La Maison Rémi Landier es una destilería de coñac de renombre, conocida por su herencia familiar, su tradición y su búsqueda constante de una calidad excepcional.
Fundada en el siglo XIX, esta casa familiar ha sabido preservar su historia manteniéndose a la vanguardia de la artesanía del Cognac.
La historia se remonta a finales del siglo XIX, cuando Léopold Landier, viticultor y destilador apasionado, estableció la destilería en Juillac-le-Coq, en el corazón de la región de la Grande Champagne, el cru más prestigioso del Cognac. Léopold Landier se ganó rápidamente la reputación de producir coñacs de calidad excepcional, gracias a su compromiso con la excelencia y el respeto por la tradición.
A lo largo de las generaciones, la familia ha preservado este valioso patrimonio. Hoy en día, la destilería está dirigida por la cuarta generación de la familia, Hervé Landier y su hijo, Rémi Landier. Esta continuidad familiar es un testimonio del compromiso inquebrantable de la familia con la tradición y la calidad.
El Domaine se extiende sobre 58 hectáreas de viñedos, plantados principalmente con Ugni Blanc, la variedad de uva favorita para la producción de Cognac. Los viñedos se benefician de un terruño excepcional, compuesto por suelos calcáreos y arcillo-calcáreos, que confieren a las uvas una riqueza aromática y una... Ver más ...
Una mezcla de aguardientes de Cognac muy antiguos procedentes exclusivamente del pequeño y raro terruño de la Grande Champagne, clasificado como Premier Cru en la región delimitada de Cognac. Se trata de un Cru situado en lo más alto de la jerarquía de calidad de los crus de Cognac por sus cualidades intrínsecas, entre las que destaca su suelo muy calcáreo con numerosos sedimentos, fuente de perfumes característicos entre los que destaca la violeta.
El color es caoba cubano muy oscuro.
Tanto en nariz como en boca: algunas fragancias florales y toques muy pronunciados de sándalo, cedro libanés y roble francés con un final bastante largo de taninos avainillados.
Perfecto sobre una tarta Tatin de ciruelas de Agen.
