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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Domaine de Chevalier Rouge 1989
Grand Cru Classé de Pessac-Léognan.
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Domaine de Chevalier
El Domaine de Chevalier es un gran nombre que inevitablemente viene a la mente cuando pensamos en los vinos de Pessac-Léognan. Sus orígenes se remontan a varios siglos atrás, y antaño era conocido como "Chibaley", por su nombre gascón, según los registros oficiales de 1783.
Este último también mencionaría un camino cercano que conduce a Santiago de Compostela. La noción de Domaine fue deliberadamente conservada por los pocos propietarios que ha conocido sucesivamente, distinguiéndola cuando la mención de "Château" empezó a aparecer progresivamente en el viñedo.
Grand Cru Classé en tinto y blanco en la clasificación de Graves de 1953, la propiedad pertenece a la familia Bernard, grandes comerciantes bordeleses, desde 1983. Olivier Bernard y su hijo Adrien la dirigen, buscando siempre la perfección.
El Domaine de Chevalier se basa en un viñedo de 45 hectáreas plantado sobre grava con subsuelos de grava arcillosa.
- Las variedades de uva tinta (40 ha) son 63% Cabernet Sauvignon, 30% Merlot, 5% Petit Verdot y 2% Cabernet franc. El grand vin envejece durante 18 meses en barricas de roble francés, de las cuales un 35% son nuevas. L'Esprit de Chevalier es el segundo vin rouge.
- Las variedades de uva blanca (5 ha) son 70% Sauvignon blanc y 30% Sémillon. El grand vin blanc se cría... Ver más ...
Notas de los críticos profesionales Domaine de Chevalier Rouge 1989.
Descripción Domaine de Chevalier Rouge 1989
Domaine de Chevalier 1989 es un vino excepcional que refleja la calidad y finura características de los grandes Pessac-Léognan. Llega a la copa vestido con un magnífico y brillante color rojo anaranjado. En nariz, presenta un bouquet complejo dominado por fruta confitada, ligero tabaco y notas amaderadas. Tras la aireación, se detectan sutiles notas de terruño. En boca, el vino tiene una textura sedosa y una estructura equilibrada. Los taninos están perfectamente integrados, proporcionando una sensación muy aterciopelada. Los sabores frutales se acompañan de notas tostadas que perduran largo tiempo en el paladar.