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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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Situada en Eraville, en la frontera entre la Grande y la Petite Champagne, la casa de coñac Jean-Luc Pasquet remonta sus orígenes a 1730
El dominio fue pasando de generación en generación hasta que Jean-Luc Pasquet heredó la propiedad en 1970. No fue hasta 1977 cuando Jean-Luc Pasquet comenzó a embotellar su producción.
En la actualidad, el viñedo de 14 hectáreas se cultiva de forma ecológica -certificada desde 1998- y se planta con variedades de uva de la región de Cognac. Este viñedo cuenta también con algunas cepas de Folle Blanche, la uva reina de la región de Cognac antes de la crisis de la filoxera a finales del siglo XIX. En aquella época, esta uva tan frágil daba lugar a aguardientes de una finura y riqueza incomparables, tanto olfativas como gustativas.
La casa elabora varias calidades de coñac de diferentes edades bajo etiquetas específicas para cada calidad. Para garantizar la continuidad de su gama de coñacs de más de 20 años, en un momento en que sus existencias de coñacs añejos se agotan, la Maison Pasquet sale al encuentro de los "bouilleurs de crus" (destiladores) que guardan tesoros ocultos en la intimidad de sus bodegas. Selecciona una sola barrica y termina de trabajarla para llevarla a su nivel de degustación ideal. Cada botella lleva el nombre de pila del productor y se produce en una serie limitada y numerada.
Este coñac procede de un único fut, el lote 57, pero también de un único cru: La Grande Champagne. Una producción de sólo 319 botellas.
Este Coñac Raro es testigo de una historia familiar, una herencia transmitida de generación en generación. Relata la responsabilidad de los herederos de cepas venerables de más de medio siglo de antigüedad.
El Coñac de Paul L.57 es el fruto del trabajo de Paul GAILLARD, antiguo propietario en la comuna de Saint Médard. Elaborado a partir de parcelas del Domaine Gaillard, este Cognac Brut de fût está perfectamente equilibrado gracias a sus muchos años de envejecimiento, que le aportan redondez y complejidad en torno al rancio.
Con su intenso color dorado, este Cognac revela aromas dulces de cera de abeja, plátano maduro, kumquats, miel o paté y mermelada de membrillo.
En boca, las notas características del rancio como el tabaco, el roble y el regaliz se entremezclan con notas gourmet de tila, pastelería de canela y Secs.
