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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Château Calon-Ségur
El Château Calon-Ségur es un referente en la denominación Saint-Estèphe, cuyos vinos nacen de los más altos estándares. Fue en 1670 cuando la nieta del propietario del Château de Calon se casó con el marqués Jacques de Ségur, propietario de los Châteaux de Lafite y Latour en Pauillac, quien le dio su nombre definitivo añadiéndole el suyo propio
Después fue su nieto, el marqués Nicolas-Alexandre de Ségur, quien tomó las riendas con pasión y ambición. Nunca ocultó su amor por el viñedo ni por Calon-Ségur, y en una ocasión declaró: "Hago vino en Lafite y Latour, pero mi corazón está en Calon". Esta es la razón por la que un corazón adorna la etiqueta del Château desde entonces.
En la famosa clasificación de 1855 en la Exposición Universal de París, Château Calon-Ségur recibió el título de Troisième Grand Cru Classé.
Situado en cimas de grava y arcilla que aportan potencia y finura a los vinos, el viñedo abarca 55 hectáreas: 56% Cabernet Sauvignon, 35% Merlot, 7% Cabernet Franc y 2% Petit Verdot. La viticultura de precisión se aplica con el máximo respeto por el medio ambiente. Los vinos envejecen entre 18 y 20 meses en barricas 100% nuevas.
La propiedad produce un segundo y un tercer vino, el Marquis de Calon y el Saint-Estèphe de Calon-Ségur, respectivamente.
Los vinos de Château Calon Ségur son de una armonía pura, y ofrecen un carácter profundo y generoso.
Notas de los críticos profesionales Château Calon Ségur 2018.
Descripción Château Calon Ségur 2018
El Grand Vin de Calon Ségur refleja su terruño. Es raro, auténtico y conmovedor. De la forma más natural, revela a la vez una gran delicadeza y una intensidad excepcional. Toda la magia de Calon está en este equilibrio.
El vino envejece en barricas nuevas de roble durante 20 meses, los taninos del roble se integran armoniosamente con el paso del tiempo con los taninos de la uva. El estilo lo aporta un Cabernet Sauvignon que expresa su finura sin arrogancia.
La elegancia se encuentra en todas partes, en la pureza de los sabores del vino, en la delicadeza de su textura, mientras que su profundidad y longitud son también soberbias. La extraordinaria capacidad del vino para envejecer muchos años en botella es otra de las características de la finca.