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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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Almaviva, una joya del vino chileno, encarna la alianza perfecta entre la tradición bordelesa y el terruño único del Valle del Maipo.
Fundado en 1996, este Domaine es fruto de la colaboración entre dos grandes familias vinícolas, la familia Marnier-Lapostolle de Chile y la familia Rothschild de Francia.
La historia comienza con Philippe de Rothschild, propietario del famoso Château Mouton Rothschild en Francia, y Eduardo Guilisasti Tagle, miembro de la familia Marnier-Lapostolle, conocida por su casa de licores Cognac y Grand Marnier. Su visión compartida era crear un vino que encarnara la esencia del terruño chileno, respetando al mismo tiempo las tradiciones centenarias de los grandes Châteaux bordeleses.
El Domaine está situado en el Valle del Maipo, una región famosa por sus suelos aluviales y su clima propicio para la viticultura. Las 50 hectáreas de viñedos están plantadas principalmente con variedades bordelesas clásicas, como Cabernet Sauvignon, Carmenère, Cabernet Franc, Merlot y Petit Verdot. Esta diversidad crea mezclas complejas que añaden una dimensión adicional a la personalidad de los vinos.
El compromiso con la sostenibilidad es el núcleo de la filosofía. Se aplican prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y una gestión cuidadosa de los recursos naturales... Ver más ...
El año 2020 fue excepcionalmente seco, con un 75% menos de lluvia de lo habitual entre mayo y septiembre, lo que permitió adelantar la vendimia para producir un Almaviva 2020 con un 68% de Cabernet Sauvignon, un 24% de Carménère, un 6% de Cabernet Franc y un 2% de Petit Verdot (por lo que no hay Merlot en esta añada). Envejecido durante 20 meses en barricas de roble francés, de las cuales el 73% son nuevas y el resto de Seconde utilisation.
La capa ostenta un atractivo color rubí, profundo y brillante. La nariz es pura y delicada con una bella concentración aromática que aún muestra vestigios de crianza con notas de humo y especias dulces y cardamomo. Un bonito bouquet de moras, crème de cassis, una nota balsámica acompañada de aromas florales de violetas, el conjunto es hechizante. También hay un claro toque de pimiento rojo maduro que contribuye a la complejidad y frescura, el conjunto es muy halagador y seductor.
En boca es a la vez elegante y potente, con un marco sedoso y sabores concentrados de mora y grosella negra. Hay sutiles aromas de vainilla y un fino amargor de chocolate en el paladar medio. El equilibrio destaca por su frescura y estructura. La acidez viva y salivante aporta frescura y cohesión, y prolonga el final, donde surgen notas de pimienta gris y aceituna negra en torno a unos taninos finos y recubiertos, que se hacen eco de los sabores básicos. El efecto global es de una magnífica armonía.
Este gran vino chileno con largo potencial de envejecimiento puede disfrutarse hoy mismo tras una buena decantación. Combinará perfectamente con platos de aves de caza o tournedos de ternera.
